Industriales llaman al diálogo y critican el proteccionismo
Fue en el cierre del 6to Coloquio Industrial que tuvo lugar en la capital de Córdoba.
Industriales y economistas advirtieron sobre los problemas de competitividad que genera la inflación, rechazaron políticas proteccionistas y advirtieron sobre un inevitable ajuste devaluatorio en la región y la Argentina.
Así lo indicaron este miércoles el presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Héctor Méndez, el de la Unión Industrial de Córdoba (UIC), Ercole Filipa, y los economistas Roberto Frenkel y Ricardo Arriazu, al cierre del 6to Coloquio Industrial que tuvo lugar en la capital de Córdoba.
Méndez reconoció que existen "diferencias e intereses contrapuestos" entre los sectores económicos pero advirtió que "debemos encontrar la llave que active los mecanismos que permitan resolver los disensos con visión de conjunto".
"Embarcarnos en peleas sin visos de solución consensuada, lo único que hace es detenernos en el camino hacia el crecimiento", remarcó el presidente de la UIA, quien pidió que "trabajemos en la articulación de políticas duraderas y reglas permanentes".
En tal sentido, consideró que es necesario el "diálogo social como un mecanismo clave que permita discutir las propuestas que permitan la inversión, el crecimiento y el empleo de calidad".
Por su lado, Filipa consideró que "así como valoramos la política de protección de la industria nacional en un proceso de sustitución de importaciones también advertimos que los efectos colaterales que ello trae aparejado terminan impactando negativamente en nuestra actividad".
El empresario cordobés consideró que los hombres de negocios del país tienen que "asumir la actividad empresaria como una actividad de riesgo sin pretender un estado que nos proteja todo el tiempo".
"El proceso de inflación carcome el ingreso del asalariado, erosiona la estructura de costos de las empresas, pero fundamentalmente genera un alto grado de incertidumbre. La inflación en la Argentina se ha convertido en una adicción", sostuvo el titular de la UIC.
Filipa añadió que "lo que más nos preocupa es el permanente estado de crispación que como sociedad nos hemos sumergido" y consideró que "debemos terminar con esta lógica de extremos de amigo/enemigo".
Por su lado, Frenkel expresó su pesimismo sobre la capacidad de la dirigencia política para manejar en el futuro los desbalances cambiarios del país.
"Soy pesimista en la capacidad de manejar esto porque no veo a los partidos no del gobierno ni de la oposición planteando una agenda", explicó el economista quien consideró "inevitable" un ajuste.
Frenkel manifestó que "el ajuste va a tener que venir y la inflación se va a acelerar pero una inflación del 30 por ciento requiere de programas heroicos".
"Me refiero a programas heroicos a los del tipo plan Austral o la Convertibilidad" precisó el economista, quien justificó que la aplicación de ese tipo de programas se deberá a la falta de financiamiento externo.
En tanto, Arriazu calificó de "inconsistente" el nivel de gastos de los estados Nacional y provinciales, y advirtió que también va a ser "inevitable" una reducción del costo laboral unitario en el país en términos reales, ante la imposibilidad de acceder al financiamiento externo para poner en marcha otro tipo de programa correctivo.
Así lo indicaron este miércoles el presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Héctor Méndez, el de la Unión Industrial de Córdoba (UIC), Ercole Filipa, y los economistas Roberto Frenkel y Ricardo Arriazu, al cierre del 6to Coloquio Industrial que tuvo lugar en la capital de Córdoba.
Méndez reconoció que existen "diferencias e intereses contrapuestos" entre los sectores económicos pero advirtió que "debemos encontrar la llave que active los mecanismos que permitan resolver los disensos con visión de conjunto".
"Embarcarnos en peleas sin visos de solución consensuada, lo único que hace es detenernos en el camino hacia el crecimiento", remarcó el presidente de la UIA, quien pidió que "trabajemos en la articulación de políticas duraderas y reglas permanentes".
En tal sentido, consideró que es necesario el "diálogo social como un mecanismo clave que permita discutir las propuestas que permitan la inversión, el crecimiento y el empleo de calidad".
Por su lado, Filipa consideró que "así como valoramos la política de protección de la industria nacional en un proceso de sustitución de importaciones también advertimos que los efectos colaterales que ello trae aparejado terminan impactando negativamente en nuestra actividad".
El empresario cordobés consideró que los hombres de negocios del país tienen que "asumir la actividad empresaria como una actividad de riesgo sin pretender un estado que nos proteja todo el tiempo".
"El proceso de inflación carcome el ingreso del asalariado, erosiona la estructura de costos de las empresas, pero fundamentalmente genera un alto grado de incertidumbre. La inflación en la Argentina se ha convertido en una adicción", sostuvo el titular de la UIC.
Filipa añadió que "lo que más nos preocupa es el permanente estado de crispación que como sociedad nos hemos sumergido" y consideró que "debemos terminar con esta lógica de extremos de amigo/enemigo".
Por su lado, Frenkel expresó su pesimismo sobre la capacidad de la dirigencia política para manejar en el futuro los desbalances cambiarios del país.
"Soy pesimista en la capacidad de manejar esto porque no veo a los partidos no del gobierno ni de la oposición planteando una agenda", explicó el economista quien consideró "inevitable" un ajuste.
Frenkel manifestó que "el ajuste va a tener que venir y la inflación se va a acelerar pero una inflación del 30 por ciento requiere de programas heroicos".
"Me refiero a programas heroicos a los del tipo plan Austral o la Convertibilidad" precisó el economista, quien justificó que la aplicación de ese tipo de programas se deberá a la falta de financiamiento externo.
En tanto, Arriazu calificó de "inconsistente" el nivel de gastos de los estados Nacional y provinciales, y advirtió que también va a ser "inevitable" una reducción del costo laboral unitario en el país en términos reales, ante la imposibilidad de acceder al financiamiento externo para poner en marcha otro tipo de programa correctivo.
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