Francisco encabeza la Vigilia de Oración en Copacabana
Ante millones de jóvenes y en un escenario montado en la playa, el Papa lidera la vigilia de la Jornada Mundial de la Juventud.
El papa Francisco afirmó esta noche que "Jesús nos ofrece algo más grande que la Copa del Mundo" y le pidió a los jóvenes que jueguen en su equipo" y que no sean "cristianos a medio tiempo, almidonados, de fachada, sino auténticos".
Al presidir una impactante vigilia de oración en la playa de Copacabana ante más de 2 millones de jóvenes, el papa argentino Jorge Bergoglio hizo estas referencias futboleras ya que -aseguró- "aquí en Brasil, como en otros países, el fútbol es una pasión nacional".
En su primera referencia expresa a las protestas que tuvieron lugar en Brasil en las últimas semanas, el Papa reveló que siguió "atentamente las noticias sobre tantos jóvenes que, en
muchas partes del mundo, y también aquí en Brasil, han salido a las calles para expresar el deseo de una civilización más justa y fraterna".
Francisco preside en la playa de Copacabana la Vigilia de XXVIII Jornada Mundial de la Juventud, uno de los momentos más sugestivos de las JMJ, al que asisten varios cientos de miles de jóvenes de 190 países.
El pontífice llegó a Copacabana en el papamóvil, en el que recorrió todo el paseo marítimo, de cuatro kilómetros de largo, hasta el lugar donde está levantado el palco, en la otra punta de la playa.
Decenas de miles de jóvenes le acompañaron durante el recorrido, en un ambiente muy sugestivo, muchos de ellos corriendo por la arena, mientras que varios helicópteros sobrevolaban la zona.
Esta vigilia y la misa final de la JMJ de este domingo, iba a celebrarse en Guaratiba, a las afueras de la ciudad, pero debido a las lluvias caídas en los últimos días en Río de Janeiro, convirtieron el lugar en un lodazal y se decidió cambiar por Copacabana.
En la playa de Copacabana se celebró la ceremonia de bienvenida oficial al papa, el pasado jueves, y el Vía Crucis de ayer, viernes.
En Guarativa quedó sin usarse el palco diseñado por el arquitecto Joao Uchoa, que se ha inspirado en la Edad Media y en sus catedrales góticas.
En el centro del palco había levantado una gran cruz de hierro dorado, de 33 metros de alta, en referencia a la edad de Cristo.
Dos torres delanteras, cada una de 14 metros, formando dos manos gigantes en plegaria. Detrás había colocado 360 torres blabca, que evocan los órganos de las iglesias antiguas.
El palco de Copacabana es más simple, con una gran cruz en medio.
La ceremonia de la vigilia se desarrolla en varios momentos. En un primero, varios jóvenes cuentan al papa y a los presentes sus experiencia de vida, después hablará Francisco y después se iniciará la procesión del Santísimo Sacramento llevado por diáconos.
Después la adoración eucarística, las plegarias de los jóvenes en italiano, polaco, español, alemán, francés, portugués e ingles y concluye con el Salve Regina, mientras el Santísimo es llevado a la capilla.
Al presidir una impactante vigilia de oración en la playa de Copacabana ante más de 2 millones de jóvenes, el papa argentino Jorge Bergoglio hizo estas referencias futboleras ya que -aseguró- "aquí en Brasil, como en otros países, el fútbol es una pasión nacional".
En su primera referencia expresa a las protestas que tuvieron lugar en Brasil en las últimas semanas, el Papa reveló que siguió "atentamente las noticias sobre tantos jóvenes que, en
muchas partes del mundo, y también aquí en Brasil, han salido a las calles para expresar el deseo de una civilización más justa y fraterna".
Francisco preside en la playa de Copacabana la Vigilia de XXVIII Jornada Mundial de la Juventud, uno de los momentos más sugestivos de las JMJ, al que asisten varios cientos de miles de jóvenes de 190 países.
El pontífice llegó a Copacabana en el papamóvil, en el que recorrió todo el paseo marítimo, de cuatro kilómetros de largo, hasta el lugar donde está levantado el palco, en la otra punta de la playa.
Decenas de miles de jóvenes le acompañaron durante el recorrido, en un ambiente muy sugestivo, muchos de ellos corriendo por la arena, mientras que varios helicópteros sobrevolaban la zona.
Esta vigilia y la misa final de la JMJ de este domingo, iba a celebrarse en Guaratiba, a las afueras de la ciudad, pero debido a las lluvias caídas en los últimos días en Río de Janeiro, convirtieron el lugar en un lodazal y se decidió cambiar por Copacabana.
En la playa de Copacabana se celebró la ceremonia de bienvenida oficial al papa, el pasado jueves, y el Vía Crucis de ayer, viernes.
En Guarativa quedó sin usarse el palco diseñado por el arquitecto Joao Uchoa, que se ha inspirado en la Edad Media y en sus catedrales góticas.
En el centro del palco había levantado una gran cruz de hierro dorado, de 33 metros de alta, en referencia a la edad de Cristo.
Dos torres delanteras, cada una de 14 metros, formando dos manos gigantes en plegaria. Detrás había colocado 360 torres blabca, que evocan los órganos de las iglesias antiguas.
El palco de Copacabana es más simple, con una gran cruz en medio.
La ceremonia de la vigilia se desarrolla en varios momentos. En un primero, varios jóvenes cuentan al papa y a los presentes sus experiencia de vida, después hablará Francisco y después se iniciará la procesión del Santísimo Sacramento llevado por diáconos.
Después la adoración eucarística, las plegarias de los jóvenes en italiano, polaco, español, alemán, francés, portugués e ingles y concluye con el Salve Regina, mientras el Santísimo es llevado a la capilla.
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