"APRENDI A VIVIR CON EL CORAZON"
El actor Javier Lombardo supo reinventarse luego de que le diagnosticaron mal de Parkinson. "Hay que saber superar los hechos traumáticos, por esto estoy armando un programa de 13 capítulos, cuyo hilo conductor es el relato de mi enfermedad"
Su energía es arrolladora, y casi sin querer, recuerda una parte de su vida que cambió radicalmente hace cinco años cuando casi al finalizar las grabaciones de “El Capo”, ficción que emitía Telefe, le diagnosticaron mal de Parkinson.
En aquel entonces pensó muchas cosas, entre ellas, admite Javier Lombardo, en quitarse la vida. Sin embargo, la contención familiar y la ayuda de los profesionales de la salud lograron estabilizar su enfermedad y el actor, al que muchos todavía identifican con el personaje que compuso en “Padre Coraje” -tira que protagonizaron Nancy Dupláa y Facundo Arana- pueda transitar un presente con trabajo, proyectos y una mirada esperanzadora del fu turo.
“Hay que saber superar los hechos traumáticos, por esto estoy armando un programa de 13 capítulos, cuyo hilo conductor es el relato de mi enfermedad y a través del propio, llegar a la historia de vida de mi entrevistado”, cuenta el actor que actualmente protagoniza la obra “Educando a Rita” con Lisi Mansilla, en el Auditorio-Librería Losada los viernes.
Su pasión por la lectura lo impulsó a escribir un libro que denominó “Poemi”. El material fue editado en Calabria, Italia, cuando una persona que lo ubicó por Facebook se mostró interesada en su historia de vida. “Fue en el 2008 cuando me diagnostican la enfermedad. Me cambió la vida. Estuve deprimido como un año, leí y con el tiempo descubrí que la enfermedad es un misterio como la vida o co mo la muerte. La medicina occidental te da la terapéutica, pero no te dice por qué sucede lo que sucede, sea Parkinson o cáncer. Para mí, por lo que leí, la enfermedad es un mensaje de la vida que te dice: cambiá”, explica.
-¿Pudiste detectar el con flicto interno que te llevó a la enfermedad?
-Es difícil detectarlo por que las razones son muchas, pero seguro que fue un momento de estrés donde se disparó esto. Trabajar en televisión es estresante, otros sufren un ACV, por eso aprendí a vivir con el corazón. Antes ocultaba lo que me pasaba, ahora puedo decir mil veces te quiero.
-¿Cuál es tu núcleo de contención?
-Mis hijos, Lautaro (14) y Joaquín (11), mi mujer Paula; ellos me bancaron a muerte y entendieron que los cambios, que al principio parecen una tragedia por que la vida se te acaba, si uno los sabe capitalizar, no es tan terrible. Por otro la do, están las personas que me reconocen en el subte, saben de mi enfermedad, y me preguntan como si fuera un gurú. Pero yo no doy consejos, nadie los puede dar.
-¿Cómo es tu presente, la medicación te hace llevar una vida normal?
-La verdad, estoy bien, tengo días buenos con actitudes positivas y entusiasmo, otros donde me asusto por el futuro; pero en ambos casos trato de no perder los sueños a pesar de saber que mi vida puede terminar mañana o en media hora.
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