ALMAFUERTE EN ALL BOYS: CAOS Y METAL

La ya mítica banda del metal reventó la cancha del “albo” de Floresta. Hubo caos a la entrada y el show se paró durante más de media hora. Nunca, en la historia, una banda de ese género había llenado un estadio. En los incidentes, un fotógrafo del Diario Crónicarecibió un botellazo.

Ricardo Iorio lo hizo. El particular líder de Almafuerte y las huestes del metal tiñeron la noche de Floresta de historia y riesgo. Historia porque es la primera vez que una banda de metal argento llena un estadio de fútbol y riesgo porque la organización falló mucho y todo pudo haber derivado en una noche con más para lamentar que para festejar. 

La organización habilitó tan sólo una puerta para ingresar al estadio del Albo de Floresta. Es decir que la gente se empezó a amontonar. Más allá del tumulto lógico, todo transcurría en una relativa tranquilidad. Claro, bastó que Beto Casella (amigo del líder de la banda) presentara el show, empezaran los primeros acordes de “Patria al Hombro” y la estampida se hiciera inevitable.

 

Caos, descontrol, empujones. Por un momento, el campo del Islas Malvinas se asemejó a un coliseo romano. El descontrol trajo consigo la invasión de la monada a la platea alta del estadio, inhabilitada. Además, en el lío ingresaron botellas de vidrio al lugar, una de las cuales impactó contra la cabeza del fotógrafo de Crónica, Hernán Nerssesian: “El show se había parado porque era un lío la entrada. Iorio paró el show por 40 minutos. Tiraban de todo. Nos tiraron zapatillas, una botella”, le contó aDiarioShow.com.  

 

En ese revoleó, una botella de cerveza –de vidrio- impactó contra la cabeza de Hernán pero, afortunadamente, no lo hirió de gravedad: “Me quedó un chichón. Otro colega me llevó a la carpa de la Cruz Roja, donde me atendieron. Quedé medio mareado por el golpe, pero no me cortó. Fue más que nada el golpe”. 

 

En medio del caos, Iorio, fiel a su estilo, le pidió de manera muy educada a la gente que abandone los lugares inhabilitados: “Sino bajan por orden municipal, no podemos seguir. Sino bajan son gente mala”, clamó el héroe de las huestes metaleras y, ante la negativa del público, subió el tono de su crítica y recordó que el show no era de una productora, sino fruto de su esfuerzo: “Están puestos todos mis ahorros acá, esto no lo garpa Grinbank, sino tocaríamos en River. Esto lo garpo yo”. La monada obedeció y el show continuó.

 

Fueron 25 temas que incluyeron el pedido y esperado popurrí de V8 y Hermética, bandas que, junto con Almafuerte, son lo que los metaleros llaman la tríada del metal argento. Con Alberto “Beto” Zamarbide de invitado, los éxitos de la “H” y V8 agitaron a todo el campo de All Boys que terminó cantando, a viva voz, “Deseando destruir y matar”, “Cautivos de un sistema”, “Muy cansado estoy”, “Olvídalo y volverá por más”  y “Destrucción”.

 

El show cerró con dos éxitos enormes de Almafuerte, el tema homónimo y “A vos amigo”. Así se fue una noche histórica para el metal argentino, en la que Almafuerte y su líder, Ricardo Iorio, llevaron al metal argentino más lejos de lo que jamás se imagino. Más allá de los incidentes, claro.

Por Javier Garcia